Los seguros de vida son un tipo de seguros en los que la compañía aseguradora paga una suma de dinero al beneficiado designado después de la muerte del asegurado, aunque hay algunas excepciones en estos seguros tales como muerte por suicidio o muerte en guerra. Los seguros de vida pueden ser una buena inversión para la familia del asegurado, sobre todo si cubren los gastos funerales de la persona asegurada.
Existen dos tipos básicos de seguros de vida: el seguro a término y el seguro permanente. Los seguros de vida a término se pueden adquirir por un tiempo fijo, ya sea 5 o 10 años y, en este caso, si la persona asegurada está viva después de terminar este término, no se le devolverá ningún dinero y tampoco obtendrá beneficios, pues se ofrece únicamente beneficios por muerte.
La prima de los seguros de vida permanentes es mayor que la de los seguros de vida a término, pues en los seguros de vida permanente, la prima es la misma a través de los años y el asegurado puede pagar el valor total de esta a plazos o en una sola cuota.
En caso de muerte del asegurado, el beneficiario debe presentar un certificado de defunción para reclamar el beneficio y si este el sospechoso de la muerte del asegurado, la compañía aseguradora investigará la causa de la muerte antes de decidir si le otorga o no el beneficio del seguro al beneficiario.